Acompaño a personas y equipos a descubrir y destacar todo su valor, ya expandirse con sentido, estrategia y autenticidad
Los que cada día piense en cómo mejorar un negocio y la relación con los clientes. Este tipo de personas es el verdadero valor de las empresas, porque consigue conectar con su público y clientes.
Pero, desgraciadamente, de poco sirve tener un buen producto y ofrecer un gran trato al cliente, si no lo sabe comunicar o si lo que comunica no llega a la persona adecuada, de la manera adecuada y en el momento oportuno.
Y aquí es donde me gusta contribuir: ayudando a descubrir y destacar todo tu valor (y el de tu equipo) para potenciarlo y comunicarlo con sentido, estrategia y autenticidad.
En ningún momento de la historia las marcas habían estado tan cerca de sus consumidores.
Internet ha acercado marcas y consumidores. Ellos son los protagonistas de esta nueva era de Internet y, no interactuar con ellos para convencerlos a través de este medio sinceramente, creo que sería una pérdida de oportunidades para todos.
Actualmente las empresas además de ofrecer valor y diferenciarse, deben interactuar y conectar con su público para conseguir ser referentes y generar ventas.
Éste es el principal motivo por el que adoro mi trabajo:
Desde 1997 me dedico a la Estrategia, Marketing y Comunicación para transformar, impulsar e impactar.
He trabajado con profesionales y empresas de todos los sectores y tamaños, industriales, servicios, turísticas y comercios.
Todas ellas tienen algo en común: Son empresas que desean una mayor visibilidad de sus negocios, impulsar su valor y el de tu marca para crecer con propósito y conseguir un impacto positivo.
Licenciada en Marketing y también en Administración y dirección de empresas, con dos posgrados de Marketing. Inicié mi trayectoria profesional en 1997 en la vertiente de los estudios de mercado.
Entiendo el Marketing Digital desde la vertiente empresarial.
Creo que los buenos productos y servicios se han de dar a conocer y contribuir a generar prosperidad.
Mis padres tenían su propia empresa (cada uno la suya).
Mis dos abuelos y abuelas también. Curiosamente las dos abuelas tenían su propio proyecto (en la medida de las posibilidades de la época) independientemente de sus maridos.
¡Esto sí que era emprender!
Todo ello, supongo que ha hecho que me sintiera familiarizada con el emprendimiento y que desde los 29 años (2002), no pudiera concebir mi vida profesional de otra manera.
